Hija mayor de Francisco Gómez Escobar "Efe Gómez" gran cuentista Antioqueño e Inés Agudelo.
Estudió en el Instituto Central Femenino. Estudio Bibliotecología en la Universidad Femenina.
Colaboró con los periódicos La Defensa, en 1948. Con El Correo, El Tiempo, Antioquia Liberal, Letras y Encajes, la Revista Gloria, de Fabricato. Secretaria del Comité Femenino de la Universidad de Medellín. Vivió en Nicaragua durante 29 años. En Venezuela fue secretaria de la embajada y Cónsul. Autora del libro: Mi Simón Bolívar y otros poemas, 1981. Antología del cuento nicaragüense.
Estudió en el Instituto Central Femenino. Estudio Bibliotecología en la Universidad Femenina.
Colaboró con los periódicos La Defensa, en 1948. Con El Correo, El Tiempo, Antioquia Liberal, Letras y Encajes, la Revista Gloria, de Fabricato. Secretaria del Comité Femenino de la Universidad de Medellín. Vivió en Nicaragua durante 29 años. En Venezuela fue secretaria de la embajada y Cónsul. Autora del libro: Mi Simón Bolívar y otros poemas, 1981. Antología del cuento nicaragüense.
Casada con Balmore Álvarez García con quien tuvo a Guiomar Álvarez, Elda Álvarez, Sergio Álvarez, Leonardo Álvarez y a Rodrigo Álvarez (Fallecido).
Se casó con Gabriel Uribe con quien tuvo a Francisco Uribe (Fallecido), Gabriel Uribe Gómez, mellizo de Francisco, Juan de Dios Uribe y Agustín Uribe.
También tuvo terceras nupcias con Gonzalo Toledo (Español, Canario) con quien no dejó descendencia.
SAN PERRO
Por: Margarita Gómez Agudelo
Los cuentos de Margara
A Willy Acevedo, dedico
En la esquina de mi casa hay una caseta donde vive un perro pastor alemán destinado a servir de apoyo a un vigilante de la urbanización.
El perrito estaba atado a una cadena tan corta, que solo lo permitía agacharse a tomar agua y a ingerir su alimento.
Pasamos por el lugar mi esposo, mi hijo y yo.
Así, al desaire, murmuré entre dientes: ¿-Por que será que a los perros guardianes se les condena a cadena perpetua?
El vigilante me miró y advertí en su boca un rictus doloroso. Luego miró al perro y éste gruño quedamente .
A nuestro regreso nos dimos cuenta de que el perro estaba suelto, retozando por los predios vecinos y demarcando con sus orines sus dominios.
El vigilante nos miró y sonrió.
Eramos cómplices de un bello secreto.
Seguramente en un amplio predio del cielo, San Francisco de Asís tendrá congregados a los perros que pasaron a mejor vida víctimas de los desmanes humanos, atropellados por vehículos. sacrificados a las patadas, en fin,.
Allí deben estar los perros que nos acompañaron a lo largo de nuestra vidas carbón, d 'artagnan, morgan, katy, candy, duque I, duque II, luna y muchos más.
San perro, héroe anónimo, tiene su sitio de privilegio en el cielo y ya su figura se venera en los altares como compañero de san Roque.
Así como existen el día la de la madre, el del padre, del niño, del árbol , del huevo, debería existir el día del perro, ese ser sacrificado que sin exigir nada, se entrega, dando hasta su propia vida por salvar la de su amo.
San perro, linfático chiquillo solitario entre la turba humana abandonado. -Quieres ser mi lazarillo?
En mi recuerdo
Mi verdad
Poema sin verbos en busca del sustantivo amor
Antología del cuento nicaragüense
Mi Simón Bolívar y otros poemas
Mi Efe Gómez
Puro cuento
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MI SIMÓN BOLÍVAR
A Manuela Betancourt Marín, dedico
No eres para mí el adusto guerrero que se exhibe en las academias,
caballero en un corcel fogoso,
o mirando desde un trono apoyado en el mango de la espada
el lejano horizonte con gesto displicente.
No eres ese Bolívar, guerrero en receso, mito deshumanizado
a quien yo amo.
Amo al Bolívar hombre, al amante de Manuela, de esa loca iluminada
que bajo el sol y la lluvia, transmontando los helados picos
de los páramos andinos, siguió segura tu huella
Al Bolívar derrotado, con la casaca raída, sin medallas,
con sed física, con hambre, solo enfermo, sometido
a su condición humana, seguido por una tropa d humildes hombres del campo
expertos en la labranza que tú trocaste en guerreros.
Porque erramos el camino y no seguimos tus pasos,
hoy América Latina es un pueblo gobernado
por déspotas y tiranos
que imponen su voluntad a golpes de bayoneta.
La muerte te sorprendió pobre y solo. Minado estaba tu cuerpo
y tu espíritu minado, cuando todo lo brindaste:
fortuna, honores y gloria,
sin comprender que era el paso definitivo hacia la cumbre.
Porque no fu en Angosturas, en Boyacá o Carabobo,
donde Don Simón Bolívar recibió la alternativa de la inmortalidad:
fue en Santa Marta, traicionado por la gloria, la fama y la adulación
donde comprendió el sentido de su lucha.
FUENTE:
Luis Alvaro Gallo Martínez.
Diccionario Biografico de Antioqueños. Bogota. spi, septiembre 2008. ISBN 978 958 44 3979 6
https://www.ecured.cu/Margarita_G%C3%B3mez_Agudelo
https://poesiadeantioquia2009.blogspot.com/2013/07/mi-simon-bolivar-por-margarita-gomez.html?fbclid=IwAR1gTIk8ohOyNh5L104Kp5Bz5O_osI9srMAcbSpBJ2ZfEysYTR-wh_jU-tI
https://www.ecured.cu/Margarita_G%C3%B3mez_Agudelo
https://poesiadeantioquia2009.blogspot.com/2013/07/mi-simon-bolivar-por-margarita-gomez.html?fbclid=IwAR1gTIk8ohOyNh5L104Kp5Bz5O_osI9srMAcbSpBJ2ZfEysYTR-wh_jU-tI
De los hijos que tuvo con Gabriel Uribe, faltó Gabriel Uribe Gómez, mellizo de Francisco.
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